El otro día me tocó salir desde pronto por la mañana y quedarme en la ciudad -San Francisco, para la que no lo sepa- a cenar. Así que había que elegir un look que me sirviera para todo el día. En definitiva: algo para la noche y el día, y que, por supuesto, fuera cómodo. Una jornada de catorce horas puede resultar muy dura si no estás cómoda.
Éste es un
vestido de verano, pero depende de cómo y para qué me lo sigo poniendo en invierno. Al
meterle la camiseta de rayas por dentro, conseguí que
el look se viera sencillo para el día y
los botines, en vez de unos stilletos,
también ayudan a conseguir un outfit más cómodo.
La
pulsera de la calavera es de la Señorita, y no veáis el éxito que tiene por aquí. Todo el mundo me pregunta por ella. Me encanta ser más original que el resto.

En pleno
Financial district de San Francisco.
El shopping bag se quedó en el coché para la cena, y lo cambié por un clutch. Pensaba haberme quitado la camiseta también, pero estaba un poco destemplada y me dio pereza. Menos mal que no me la quité, porque en el restaurante había algo de aire acondicionado y me hubiera congelado.

Poco a poco voy descubriendo restaurantes chulos en la ciudad y, por cierto, eso de que se come mal en USA no es del todo cierto. Me comí un salmón buenísimo para cenar. Siempre son estilos diferentes de preparar las cosas, pero no me puedo quejar para nada.
¡Feliz comienzo de semana para todos!